Flamenco

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En el teatro Villamarta de Jerez no cabe un alma, son las ocho y media de la tarde, apunto de iniciarse la clausura del Festival de Jerez 2024, y en el ambiente se nota eso que pasa cuando algo importante está por llegar, el aire es denso y el murmullo no para… Se apagan las luces de sala y el público ya parece estar deseoso por aplaudir, sin saber ni lo que se le viene encima.   Se abre el telón y nos proyectan un video de la propia Manuela, hablando de Manuela y con imágenes de Manuela… el narcisismo en su máxima expresión, es lógico siendo quien es, nada más y nada menos que una fin de raza. Termina el vídeo, suena la guitarra, sube la gasa y la apoteosis se apodera del teatro. Manuela en el centro, vestida de blanco, poderosa y con sus brazos hacia el cielo, reproduciendo una de las figuras más icónicas de la historia del flamenco, que no es más que ella misma, rodeada por su séquito en tonos negros, como si de una reina egipcia se tratase. No es egipcia, es sevillana, pero reina sí, es la monarca más importante que tiene el baile flamenco en su actualidad. A partir de ahí la locura, Manuela enviste por bulerías al golpe con el cante a borbotones de Tañé y Rubio de Pruna, dos verdaderos miuras para que la maestra los toree con el tesón que atesoran sus cincuenta años en los escenarios. Enrique El Extremeño se luce por malagueñas y abandolaos, dejando patente que hoy en día es uno de los maestros que tenemos en el cante. Sale a escena el artista invitado de la noche, Jesús Méndez, que cuenta por tripletes sus colaboraciones en este Festival de Jerez. Su omnipresencia en tantos escenarios, incluso haciendo dobletes el mismo día a escasos 300 metros de un teatro a otro, le resta impacto, brillantez, exclusividad… pero eso no quita que es un gran cantaor. Valiente por fandangos, Méndez se aprieta para cantarle la caña a La Diosa, creando entre los dos una estampa de suma belleza. Manuela parece que ha rejuvenecido, sus pies van a una velocidad de vértigo, sus brazos son eléctricos, la postura de su espalda es digna de estudio, baila con el tronco del cuerpo, y su mirada… su mirada es para escribir un libro entero, pero de eso hablaremos más adelante. Llega el turno de la heredera. Su hija, también Manuela, rama que al tronco sale. Con un inicio verdaderamente enternecedor, en el que su madre termina de arreglarla, le pone los peinecillos, le retoca el pelo y le coloca una chaquetilla venida desde el mismo cielo, la nieta del Sordo cuaja una faena redonda. En momentos nos recuerda a su madre, sobre todo en el braceo, pero tiene personalidad propia, aquí hay bailaora y esperamos verla mas en tierras jerezanas. Tras ella, con un inteligentísimo cambio de iluminación que limpia el escenario, y los cantaores, Tañé y Rubio de Pruna, junto al impecable José Carrasco, se raspan una ronda por bulerías sin guitarra que deja sin aliento al teatro. Destacar las guitarras de Pedro Sierra y el jovencísimo Marcos Gago, el violín limpio y claro de Samuel Cortés, la percusión ajustada a cada momento de José Carrasco y una puesta en escena resolutiva y eficiente, se nota que hay trabajo detrás y nos encanta ver que una artista con esta trayectoria cuide así sus montajes, con momentos realmente gratificantes para la vista. Una producción de lujo. Llegamos a lo que todos estábamos esperando, casi una hora de preludios, no una hora en realidad, quince días de preludio, que es todo el festival de Jerez, porque en los próximos diez minutos esta gitana se echa a la espalda su historia y tira por tierra todo lo que le precede. Allá vamos… El aullido de Enrique, tras el homenaje a Joaquín Amador escenificado con su propia guitarra inerte sobre una silla de enea y Manuela clamando su amor por él, ya nos pone en tensión, y aparece ella por el pasillo central, quieta, inamovible, indescriptible, irrepetible… la Diosa vive de nuevo. Cuando nos creíamos que no volvería a pasar, que no tendría fuerzas para seguir, que ya se había ido sin avisarnos…vuelve para despedirse por todo lo alto, eso sí, tiene la mirada de una gata herida, porque la vida le ha asestado un golpe casi mortal a su baile, sus pies tienen mas fuerza que nunca, pero es pura rabia, sus brazos están más rígidos, sus manos más tensas, su cuello mas recto… la bailaora mas laureada de la actualidad tiene el corazón roto, le falta la mitad. La prematura partida de Joaquín Amador, su guitarra y su amor, ha dejado desolada a la maestra, y eso se nota en su forma de bailar, y por supuesto en la musicalidad del espectáculo, que aunque bien llevado por Sierra, echa en falta el sonido de Amador, elsonido que producía cuando metía ese pulgar prodigioso que todo guitarrista a soñado tener. Que gitana y que limpia sonaba la guitarra del de Alicante. Pero ella se sobrepone a todo, sale el águila imperial, abre los brazos y se coloca en los centros de la tarima para esperar que llegue la inspiración. Y ahí se para el mundo, lo que viene después hay que vivirlo. Ver a Manuela Carrasco bailar por soleá es algo que deberían recetar los médicos. Es una auténtica experiencia ultrasensorial. Se puede llorar y reír a la vez viéndola, porque ella lo hace. Ella misma se conoce mejor que nadie, y sabe cuando el terreno está preparado para el seísmo, y el sábado lo estaba. Reventó por todas partes, se dejó el alma en Jerez, y se llevó la nuestra a Triana. La Diosa del baile va a recorrer España con su espectáculo Siempre Manuela, en una despedida que esperamos sea eterna, por que no queremos que se vaya, la necesitamos, es la punta de lanza, la pureza hecha bailaora, y nosotros hemos podido vivirlo en primera persona. No existe mejor cierre para este Festival,

El mundo de la música flamenca está de luto tras el reciente fallecimiento de Luisa Ortega, la inigualable tonadillera que cautivó a generaciones con su voz única y su pasión por el arte flamenco. A los 92 años de edad, la legendaria intérprete nos dejó en su hogar en Almendralejo, dejando un legado imborrable en la historia del género. Nacida en el seno de una familia profundamente arraigada en el flamenco, Luisa Ortega encontró su vocación desde temprana edad. Hija del afamado cantaor Manolo Caracol y de Luisa Gómez Junquera, su destino estaba marcado por el arte y la pasión por la música. Desde su juventud, se formó como tonadillera y cantaora en los rincones más emblemáticos de Sevilla, como La Alameda de Hércules y la Casa de los Pavones, así como en la academia de su suegra, la renombrada pianista y bailaora Eloísa Albéniz. El amor también marcó su camino artístico, al contraer matrimonio en 1957 con el pianista y compositor flamenco Arturo Pavón Sánchez, formando una pareja tanto en el escenario como en la vida. Juntos, llevaron su arte por escenarios nacionales e internacionales, consolidándose como una de las parejas más destacadas del mundo del flamenco. El punto álgido de su carrera llegó con el estreno del espectáculo “La Copla Nueva” en 1951, donde Luisa Ortega deslumbró al público con su talento y carisma. Fue en este espectáculo donde se inmortalizó la célebre copla “Ay pena, penita, pena”, que se convertiría en un himno del género, llevado al cine posteriormente por la icónica Lola Flores. Su carrera continuó floreciendo con su debut en el Teatro Central de Buenos Aires y la publicación de destacables álbumes como “Evolución flamenca” y “Canta Luisa Ortega”, que la consolidaron como una de las grandes voces del flamenco en su generación. A pesar de su retirada gradual de los escenarios tras la muerte de su padre, Luisa Ortega dejó una huella imborrable en la historia del flamenco. Su legado perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de escucharla y en el corazón de los amantes del género en todo el mundo.   Hoy, el flamenco llora la pérdida de una de sus más grandes figuras, pero su música y su esencia continuarán inspirando a futuras generaciones de artistas. Descansa en paz, Luisa Ortega, tu voz seguirá resonando eternamente en nuestros corazones.

La Unión busca a los mejores saeteros con la celebración del XXIº Certamen Nacional de Saetas y Cantes Mineros de Pasión “Ciudad de La Unión”. Se trata de un evento organizado conjuntamente por la Fundación Cante de las Minas, el Ayuntamiento de La Unión y la Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de los Mineros, y la colaboración de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). El concurso convoca a los mejores saeteros del panorama nacional para cantar al Cristo de los Mineros, sirviendo además para poner en valor los cantes propios de la Sierra Minera. Sus bases, las cuales se pueden consultar en la web www.fundacioncantedelasminas.org, recogen que el plazo de inscripción estará abierto hasta las 00 horas del próximo 10 de marzo. Al mismo pueden presentarse cantaores profesionales y no profesionales, quedando excluidos los ganadores de las tres últimas ediciones. El estilo de saetas será libre, siendo obligatorios dos estilos diferentes, con letras que hagan alusión al Cristo de los Mineros. La Final del XXXIº Certamen Nacional se Saetas y Cantes Mineros de Pasión “Ciudad De La Unión”, tendrá lugar a las 19:00 horas, el día 27 de marzo, en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de La Unión. Premios En cuanto a los galardones se concederán dos primeros premios, dotados ambos de 1.800 euros. Uno se trata del trofeo Isabel Díaz “La Levantina” y otro el de Cantes Mineros de la Pasión, cuyo ganador recibirá el trofeo Esteban Bernal Velasco, que será otorgado a la mejor interpretación de cantes mineros con letras de obligatoria referencia al Cristo de los Mineros. Por otro lado, se incluye un premio especial del jurado de 1.000 euros al artista cuya creatividad dé lugar a nuevas interpretaciones y aportaciones en cualquiera de las modalidades de saetas o cualquiera de los cantes flamencos. Finalmente, se establece un accésit dotado con la cantidad de 300 euros para los finalistas que no hayan logrado alzarse con ningunos de los premios anteriores. Además de estos premios en metálicos, los concursantes que resulten premiados deberán cantar al paso de la Procesión del Jueves Santo en los puntos que la organización determine.  

Luisa Ortega, recibe en Sevilla un sentido homenaje organizado por su hija, la también artista Salomé Pavón y que reunirá en el escenario del Teatro Alameda de Sevilla a importantes figuras del arte jondo. Tal y como nos indica Salomé Pavón, en declaraciones a Revista La Flamenca, se trata de un sentido acto solidario que ha organizado su hija, “pues mi madre lo necesita para que se le pueda proporcionar la atención y el cuidado médicos de que precisa por su edad y tras haber sufrido dos ictus”. Como no podría ser de otra forma este homenaje será en Sevilla, la tierra donde nació y se crio Luisa Ortega, “a la que tan vinculada se ha mantenido toda su vida y donde tantísima gente la recuerda como un icono artístico”, tal y como indica Salomé. Por ello, el próximo 12 de marzo a las 20 horas, el teatro sevillano Alameda abrirá sus puertas para rendir tributo a Luisa Ortega, la hija del cantaor Manolo Caracol y de Luisa Gómez Junquera, que se formó como tonadillera y cantaora en la Alameda de Hércules de Sevilla, en la “Casa de los Pavones” y en la academia de la que sería su suegra, la pianista y bailaora Eloísa Albéniz. Una ocasión especial que requiere de un cartel también especial donde el duende de los grandes artistas y la solidaridad de todos los que quieran poner su granito de arena en este acto benéfico harán su magia. En cuanto al elenco, en primer lugar mencionar que el acto estará presentado por el humorista Jorge Cadaval del dúo de “Los Morancos”. En el cante podremos disfrutar de las voces de Aurora Vargas, Tomasa La Macanita, Angelita Montoya, Lela Soto, José de la Tomasa, Vicente Soto, Jesús Méndez, David de Jacoba, Manuel de la Tomasa Daniel Castro y Javier Heredia que también se arrancará al baile. En cuanto al compás de la guitarra podemos ver los nombres de Paco Cepero, El Perla, Carlos de Jacoba y Juan Vargas. El baile será cosa de Manuela Carrasco, La Farruca, Carmen Ledesma, Farru y El Carpeta. Completan este cartel la percusión de Pakito Suárez y El Aspirina, la flauta travesera de Ostalinda Suárez y mucho más. Sin duda alguna una importante lista de artistas que se reúnen para homenajear a Luisa Ortega y darle esa ayuda que tanto necesita a modo de agradecimiento por todo lo que ha aportado, a lo largo de su vida a nuestro arte y cultura, al flamenco. Porque tal y como nos indica su hija, “ella ha sido una artista fundamentalmente de copla, perteneciente a una familia gitana de tanta raigambre flamenca que se remonta a “El Planeta”, primer cantaor históricamente conocido, y de la que la cumbre ha sido su padre, Manolo Caracol. Y al casarse con mi padre entroncó también con la casa de los Pavón. De ahí que tantos artistas, como flamencos y, sobre todo, como gitanos se hayan volcado para ayudarla en esta gala”. Su legado es bastante amplio, pues, en su género ha sido una indiscutible figura y por eso sigue siendo y será siempre una referencia imprescindible. Ha girado por toda España y América con su padre, el gran Manolo Caracol, además de formar parte de esa “Suite Flamenca” de su marido Arturo Pavón, con la que recorrió todo el mundo. Presenta una amplia discografía, participó en programas de televisión… un sinfín de aportaciones a nuestra cultura que será por siempre un recuerdo imprescindible e imborrable de toda una época. Entradas Ahora nos toca a nosotros agradecer a Luisa Ortega todo lo que nos ha regalado a lo largo de su vida artística, por ello, si quieres asistir a esta gala benéfica del próximo 12 de marzo en Sevilla, puedes adquirir tus entradas aquí. Además, hay disponible una fila 0 para aquellas personas que no puedan asistir al homenaje pero que independientemente de ello quieran poner su granito de arena en la causa benéfica, por lo cual se ha habilitado el siguiente número de cuenta: ES78 0182 1941 7502 0154 7668

La Pasarela Flamenca Tío Pepe Jerez 2024 ha otorgado, como cada año, los galardones que reconocen la trayectoria y el talento de artistas y personalidades del espectro flamenco. En esta 17 edición, los premiados son Belén López, actriz y cantante; Antonio Rey, guitarrista; y Felipa del Moreno, cantaora. La gala de entrega de premios será el próximo día 1 de febrero en las Bodegas González Byass. En el caso de la actriz y cantante Belén López, se le ha otorgado el Premio Honorífico por su participación en todo lo relacionado con el cine y la televisión, entre las que podemos destacar: La Casa de Papel, Operación Marea Negra, Mar de plástico” o Águila Roja entre otras. Como cantante, ha trabajado con artistas flamencos o aflamencados, como Vicente Amigo, Antonio Carmona, Rosario Flores, Inma Cuesta o Lin Cortés. Actualmente prepara un nuevo trabajo del que ya se conocen varios temas que han alcanzado una gran repercusión.  Los otros dos premios son completamente flamencos… como son el guitarrista Antonio Rey, Premio Trayectoria, como lo demuestra el simple hecho de haber conseguido el Grammy Latino Al mejor álbum flamenco en 2020, o sus múltiples colaboraciones con artistas como Estrella Morente, Vicente Amigo o Farruquito, entre otros muchos. Felipa del Moreno (en la imagen principal), joven cantaora jerezana, ha sido seleccionada para el Premio Reconocimiento, por su andadura flamenca y consolidarse como figura del cante tradicional en tan pocos años.  

El flamenco, con sus raíces profundamente arraigadas en la tierra fértil de Andalucía, España, es una expresión artística que ha cautivado corazones y mentes durante siglos. Este género musical y artístico, que fusiona cante, toque y baile, ha florecido en las calles, tabernas y teatros, convirtiéndose en un símbolo distintivo de la identidad cultural española. Orígenes y Fusión Cultural Para comprender la historia del flamenco, debemos remontarnos a sus raíces. Este género nació en el crisol cultural de Andalucía, donde convergieron influencias árabes, judías, gitanas y castellanas. Aunque es difícil determinar el momento exacto de su creación, se cree que el flamenco comenzó a gestarse en los siglos XV y XVI, en comunidades marginadas, especialmente entre la población gitana. Los gitanos desempeñaron un papel fundamental en la formación del flamenco, aportando su propia tradición musical y elementos característicos, como la intensidad emocional y la improvisación. La mezcla de estas influencias culturales dio lugar a un arte único, profundamente arraigado en la experiencia humana. Los Tres Pilares Fundamentales El flamenco se construye sobre tres pilares fundamentales: el cante (canto), el toque (guitarra flamenca) y el baile. Cada uno de estos elementos contribuye a la riqueza y complejidad de esta forma de expresión artística. El cante, con su profundo lamento y letras poéticas, es el alma del flamenco. Los cantaores, con su voz apasionada, transmiten emociones que van desde la tristeza hasta la alegría, creando una conexión única con el público. El toque de la guitarra flamenca añade una dimensión melódica y rítmica al flamenco. La destreza del guitarrista no solo complementa el cante y el baile, sino que también ofrece solos virtuosos que pueden dejar a la audiencia sin aliento. El baile flamenco, con su elegancia y fuerza, completa la trinidad artística. Los bailaores y bailaoras, con movimientos precisos y expresivos, dan vida a la música y las letras, convirtiendo la interpretación en una experiencia visual y sensorial única. La Época Dorada del Flamenco El siglo XIX y principios del XX marcaron la Época Dorada del Flamenco. Durante este periodo, el flamenco experimentó un auge en popularidad y se consolidó como una forma de expresión artística respetada. Grandes artistas como Antonio Chacón, Manuel Torre y Pastora Pavón, conocida como La Niña de los Peines, dejaron una huella imborrable en la historia del flamenco. Este fue un momento de innovación y creatividad. Se desarrollaron nuevos estilos, como el cante jondo, caracterizado por su profundidad emocional y temas serios. El toque de guitarristas legendarios como Ramón Montoya sentó las bases para generaciones futuras. La danza también evolucionó, adoptando movimientos más elaborados y técnicas refinadas. Flamenco Contemporáneo y Reconocimiento Internacional En el siglo XX, el flamenco se consolidó como una forma de arte nacional en España. Sin embargo, también experimentó cambios y fusiones con otros estilos musicales. Durante la segunda mitad del siglo, artistas como Paco de Lucía y Camarón de la Isla llevaron el flamenco a nuevos horizontes, fusionándolo con el jazz y otras influencias musicales. En la actualidad, el flamenco continúa su evolución, atravesando fronteras culturales y geográficas. Artistas como Vicente Amigo, Estrella Morente y la sensación del pop Rosalía han llevado el flamenco a audiencias internacionales, ganando reconocimiento y admiración en todo el mundo. Impacto Cultural y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad El flamenco no solo es un género musical; es un testimonio vivo de la historia y la cultura española. En 2010, la UNESCO reconoció la importancia del flamenco al incluirlo en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este reconocimiento destaca su papel en la preservación de tradiciones culturales y su contribución a la diversidad musical global. El impacto cultural del flamenco se extiende más allá de las fronteras españolas. Ha influido en músicos de diversos géneros y ha inspirado películas, obras de teatro y exposiciones artísticas. Su capacidad para evocar una amplia gama de emociones y contar historias universales ha contribuido a su duradera relevancia. Desafíos y Futuro del Flamenco Aunque el flamenco ha experimentado un crecimiento y reconocimiento significativos, también enfrenta desafíos en el siglo XXI. La comercialización excesiva y la pérdida de autenticidad son preocupaciones, pero muchos artistas y amantes del flamenco están comprometidos a preservar su esencia. El flamenco sigue siendo una fuente de inspiración y un símbolo de identidad para muchos. En la encrucijada entre la tradición y la innovación, el flamenco continúa su viaje, adaptándose a los tiempos modernos sin perder la pasión y la autenticidad que lo caracterizan. En conclusión, el flamenco no solo es música y baile; es un viaje a través de la historia y las emociones humanas. Desde sus humildes comienzos en las calles de Andalucía hasta su reconocimiento global, el flamenco ha dejado una marca indeleble en la cultura española y en el corazón de quienes lo experimentan. Es un testamento perdurable de la capacidad del arte para unir a las personas, trascender barreras y contar historias que resuenan a través de los siglos.

Ha muerto Antonio Agujetas a los 57 años. El cantaor jerezano ha fallecido en la mañana de este miércoles. Hijo del gran Manuel de los Santos Pastor, nació en el año 1966 y heredó la pureza del cante de sus ancestros, una familia prestigiosa dentro del cante jondo. Fue niño prodigio y siempre destacó por su desgarradora manera de expresar el cante, sobre todo por seguiriyas, soleá, fandangos o martinete. En los últimos años Antonio sufría una enfermedad que fue mermándolo y alejándolo de los escenarios, aunque aparecía en algunas ocasiones esporádicas como en peñas flamencas. La última vez fue en la peña flamenca La Zua, en el mes de octubre, con la guitarra de su primo Domingo Rubichi. Hasta allí se desplazaron aficionados de todos los lugares, incluso de fuera de Andalucía, para disfrutar de una de las voces con más personalidad del momento sobre todo por su singularidad en el escenario. Sus fatigas se convertían en llanto y su cante, pura tragedia.  


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